Si bien, hoy en día existe un avance considerable en el estudio del universo y el
comportamiento de los astros, en un principio, los acontecimientos astronómicos, tenían una
estrecha relación con creencias religiosas y mitológicas de las antiguas civilizaciones. Tal
es el caso de los eclipses que, al ser fenómenos inexplicables, tenían una connotación
negativa y temerosa. El sol y la luz, que representaban el bien, eran consumidos por la luna
y la obscuridad que reflejaban el mal (National Geographic, 2019)
Fue hasta principios del siglo XVII que, Johannes Kepler, proporcionó una explicación
científica para los eclipses y determinó que se producen cuando un cuerpo celeste, como la
Luna o un planeta, se interpone en la trayectoria de la luz de otro cuerpo celeste (el Sol),
proyectando una sombra sobre él (New York Times, 2017). La razón por la que estos
fenómenos son tan particulares es el hecho de que las órbitas de la tierra (con relación al
sol) y la luna (con relación a la tierra), no son perfectamente circulares, más bien son
elípticas. Esto provoca que, la mayoría de las veces, la Luna pase por encima o por debajo
del plano de la órbita terrestre, evitando que se produzcan eclipses cada mes, o si llegan a
producirse, no sean perceptibles para la población. Así que, la alineación perfecta de los
cuerpos celestes cerca de un plano terrenal, es prácticamente un hecho insólito.
Existen diferentes tipos de eclipses, un Eclipse Lunar, se presenta cuando la Tierra impide
que la luz del sol llegue a la luna, por lo que esta desaparece por completo. En este caso, la
luna puede reflejar los atardeceres de la tierra, por lo que puede presentar un color rojizo o
anaranjado como el eclipse lunar del 27 de octubre de 2004.
Mientras que el Eclipse Solar, que ocurre cuando la luna se interpone en el camino de la luz
del sol y proyecta su sombra en la tierra. Ambos pueden ser totales o parciales, como el
Eclipse Parcial Solar del 14 de octubre del 2023. De acuerdo con la Universidad de
Cambridge, el eclipse solar más antiguo registrado en el mundo, ocurrió un 30 de octubre,
hace más de 3,200 años.
Para apreciar estos fenómenos astronómicos desde la tierra, es importante conocer que
existen tres áreas en las que pueden ser perceptibles, la umbra, dentro de la cual el objeto
cubre completamente la fuente de luz, la antumbra, que se extiende después de la primera,
en la cual el objeto está delante de la fuente de luz, pero es demasiado pequeño para
cubrirlo por completo, y la penumbra, en la que el objeto se encuentra parcialmente delante
de la fuente de luz.
El 08 de abril de este año, la alineación de los astros permitirá apreciar un Eclipse Total de
Sol desde nuestra ciudad, ya que se ubica dentro del área de la umbra, por lo que
podremos presenciar este fenómeno en su totalidad. Dará inicio por el océano Pacífico,
atravesando el norte de México, pasando por las ciudades de Mazatlán, Durango, Torreón y
Monclova y continuará por Estados Unidos. Se podrá observar desde las 10:59 de la
mañana, mientras que la fase total empezará a las 12:17 pm (Instituto de Ciencias
Geofísicas y Espaciales de la UNAM, 2024) , De acuerdo con la capacitación otorgada por
el Planetarium Torreón, en este momento el sol estará en el punto más alto, se contempla
que, el cielo se va a oscurecer, se podrá apreciar la luz del sol alrededor de la luna, como si
fuera una corona, los pájaros dejarán de cantar y los grillos empezarán a grillar, como si
fuese de noche, teniendo una duración de aproximadamente 4 minutos.
Debido a las condiciones territoriales y climatológicas, nuestra ciudad ha sido elegida por la
Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), como sede oficial para la
observación y transmisión del eclipse en todo el mundo, hecho que sitúa a Torreón en el ojo
público a nivel nacional y mundial, pues miles de turistas llegarán a nuestra ciudad con la
intención de vivir este magno evento astronómico. De acuerdo con el presidente de la OCV
Torreón, al día de hoy existe una ocupación al 100% en hoteles y vuelos hacia la Laguna y
se espera recibir más de 50 mil personas, lo cual representaría una derrama económica de
50 millones de pesos para la región.
Como medidas cautelares es importante tomar en cuenta que la radiación solar contiene
una serie de rayos ultravioleta o infrarrojos, que pueden dañar el ojo gravemente. Por lo
cual se recomienda utilizar gafas mylar para visualización de eclipses, observar a través de
telescopios con filtro de luz blanca o H-Alfa, filtros para soldar número 14, y aun con estos
instrumentos especializados se sugiere observar durante un periodo no mayor a 10 a 12
segundos y tomar descansos de 40 segundos para continuar observando (Planetarium de
Torreón, 2024).
Por la ciudad existirán diferentes puntos de observación con las medidas necesarias para
apreciarlo, como el Planetarium
de Torreón, Observatorio de Puerto Noas, museos y
escuelas (Ver mapa).
El IMPLAN invita a la ciudadanía a formar parte de este asombroso espectáculo
astronómico, que no se repetirá en nuestra región hasta el próximo 25 de febrero del año
2345 (NASA, 2002).
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