Dinámica Vial de las Mujeres en Torreón.
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Autor:
Arq. Olga Daniela Sanchez Valles - 14/03/2022
Responsable de Regeneración Urbana IMPLAN Torreón
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"Hoy en día, diversas instituciones a nivel internacional han resaltado la importancia de fomentar la seguridad vial para la población. Es a través de la Agenda 2030 y los Objetivos del Desarrollo Sostenible, específicamente en sus metas 3.6 y 11.2, que la Organización de las Naciones Unidas busca reducir en un 50% las muertes por lesiones de tránsito y garantizar el acceso a un transporte público accesible para todas y todos. Así mismo, nuestro país no es ajeno a estas intenciones, desde 1987 se han creado diversos programas para la prevención de los incidentes a nivel nacional. En el año 2020 se llevó a cabo una propuesta de modificar el artículo 4° constitucional, declarando que; toda persona tiene derecho a la movilidad en condiciones de seguridad vial, accesibilidad, eficiencia, sostenibilidad, calidad, inclusión e igualdad y actualmente se encuentra en proceso de aprobación la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial. Aunque son reconocibles los avances en materia de seguridad vial, en la actualidad el espacio vial y las actividades de transporte son ámbitos mayormente masculinizados, si bien, los incidentes viales tienen repercusiones en la salud y vida de todos los involucrados, es importante hacer una distinción entre las situaciones de hombres y mujeres al volante, ya que no sólo existen diferencias entre sus patrones de movilidad, también se limita su participación en la dinámica vial. La periodista Rebeca Jiménez, corresponsal del periódico El Universal (2004) menciona que, en el año 1922 se otorgó la primera licencia de conducir a una mujer mexicana, en la actualidad según el Censo 2020 de INEGI, en Torreón, el 48.36% de las mujeres en edad de trabajar se traslada en vehículo particular, mientras que en el caso de los hombres esta cifra es del 55.32%. Si lo comparamos con otras alternativas, el 38% de las mujeres utilizan el transporte público, mientras que en el caso de los hombres es el 25.41%. De acuerdo con la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, existe una serie de roles que asignan a la mujer como responsable de los cuidados el hogar y la familia. Es por esto, que los principales motivos de viajes de las mujeres son para realizar actividades denominadas “de cuidado” como proveer acompañamiento a niñas, niños, personas con discapacidad o adultos mayores, entre otros. Eso desencadena una obligación de trasladarse para satisfacer necesidades ajenas o adicionales a las propias, aumentando el número de viajes que realizan. En particular, el Banco Interamericano para el Desarrollo (BID) indica que las mujeres tienen un 25% más de probabilidad de realizar paradas entre sus viajes, también afirma que las mujeres llevan a sus hijos a la escuela con 3 veces más frecuencia que los hombres. No obstante, la posibilidad de realizar viajes se ve limitada, ya que, de acuerdo con el BID las mujeres que tienen hijos menores de 5 años tienen 87% menor probabilidad de conducir que un hombre y sólo el 57% de ellas tiene acceso a una licencia para conducir. Si tomamos en cuenta estos parámetros, con base en datos del Censo de Población y Vivienda 2020, INEGI, en Torreón solamente 146,878 mujeres en edad de conducir tendrían la posibilidad de acceder a este recurso. Lo anterior se reafirma si tomamos en cuenta que, a pesar de la diversidad de los patrones de movilidad que poseen las mujeres, son menos propensas a ser partícipes de un incidente en la vía. De acuerdo con INEGI, En el año 2020, ocurrieron en nuestra ciudad 3,756 incidentes viales causados por conductores de automóviles, en el 87.81% de los casos el conductor era hombre, mientras que en el 12.19% eran mujeres. En la mira del Día Internacional de la Mujer, este artículo invita a una reflexión de un imaginario social en la que la mujer al volante remite a prejuicios acerca de su menor competencia al conducir, identificar las necesidades de todos y todas en los incidentes viales, en su mayoría evitables, permitirá comprometernos, modificar creencias y conductas y por ende mejorar la seguridad de nuestro espacio para alcanzar ciudades seguras, con facilidad de transporte y proximidad de servicios para todos y todas.
