El incremento en el cierre de negocios ha sido una dura realidad que han tenido que afrontar las economías a una escala global, sin embargo, en México ¿cómo han sido estas afectaciones? A finales del 2019 comenzó el esparcimiento de una nueva enfermedad llamada COVID-19, y no sería hasta marzo del 2020 cuando comenzara a esparcirse fuertemente a lo largo del mundo alcanzando el rango de pandemia, mismo mes en que se comenzaría el registro de casos por parte de la Organización Mundial de la Salud. Al primer año en el 2020, la tasa de mortalidad por dicha enfermedad era de 2.29%, en México del 9.87%. Y aunque, al mes de enero del 2022 la tasa de mortalidad se encontró en 0.26% a nivel global y 0.62% en México, esta reducción drástica en la mortalidad es gracias también a los esfuerzos internacionales, y en donde las empresas han tenido un papel fundamental. Refiriéndose específicamente a empresas, una de las vertientes con más cambios en los últimos dos años es la manera en que operan internamente, éstas teniendo que realizar ajustes en su manera de operar. En México, la Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por COVID-19 en las Empresas (ECOVID-IE) por parte del INEGI señala que 88.57% de las empresas realizaron cambios en las medidas sanitarias para proteger a clientes y trabajadores. En el caso de las grandes empresas esta cifra fue de 99.08%, pequeñas y medianas 91.80% y micro 88.23%. Hablar de las medidas sanitarias que han aplicado las empresas no es suficiente para abordar todos los cambios sufridos en éstas, ya que algo que también ha tenido modificaciones es la demanda por sus servicios. Debido a los cambios sociales, como incentivar el quedarse en casa, evitar aglomeraciones y durante un tiempo, el cierre de actividades no esenciales para evitar el esparcimiento de la pandemia, el movimiento económico se vio disminuido, inevitablemente provocando el cierre de muchas empresas. Datos del Estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN 2021) del INEGI, a septiembre del 2020 el porcentaje mensual de “muertes de negocios” a nivel nacional fue de 1.36% mientras que los “nacimientos” fue de 0.71%; para julio del 2021 estas cantidades habrían aumentado a 1.45% y 0.81% respectivamente. Si se comparan con cifras de este mismo estudio en el 2012 donde los resultados arrojan que la cantidad de muertes de negocios era de 0.67% y de nacimientos de 0.68%, da una indicación de que en el país la cantidad de negocios que han cerrado en tiempos de pandemia es aproximadamente el doble de aquellos datos registrados en un ciclo económico regular. En Coahuila, estas cifras para julio del 2021 fueron de 0.59% de negocios nuevos y de 1.35% de muertes de empresas, dato por debajo de la cifra nacional, y aunque podría asumirse que cifra similar podría encontrarse a nivel de la Zona Metropolitana de La Laguna, el alcance de estos estudios no llega a dicha desagregación. Por último, solo queda agregar que mientras se sigue en proceso de recopilación de información es importante tener en cuenta que con los cambios en la estructura de las economías a todos los niveles a raíz de la pandemia por la COVID-19 ha traído numerosas dificultades para los negocios de todos los tamaños. Y aunque ya se está en una etapa avanzada de la pandemia donde los niveles de mortalidad han disminuido, es importante llevarle seguimiento para la toma de decisiones.
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